
Sabido es: dijiste, decís, dirás, dirías que soy un “chamu”. Pero cada vez me convenzo más (aunque ya estaba convencido): ni Ara tenía chances…
Ni las tendría ahora…
Y como te dije, te digo, te diré y te diría: con vos, cero chamu! Así como, según decís, vos sos “cero arru”, yo con vos, soy “cero chamu”.
*-*-*-*-*-*-*-*-*
¡Qué día aquel! Gente y más gente gastándome (“Piedra” y todo lo que se te pueda ocurrir). Lo peor es que llegué a considerar realmente que así ha de ser… ¿Lo podría explotar en beneficio propio? Mmmhhh!!! ¡Pero che! ¡Estoy en el blog!
*-*-*-*-*-*-*-*-*
Como soy cero chamu, lo diré así de simple: no me acuerdo mucho de esos días… La verdad es esa. Así que pasaré directamente al día que debería haber sido uno de los más tristes de mi vida: pero ese día, lo único que me tuvo bien, lo único por lo que lo pasé, fue porque sabía que “supuestamente” te iba a ver a la noche. Y la voy a cortar acá.
Y en un momento llegaste… acompañada por tu Mami… ¿Eras vos? Y sí… deberías ser vos… ¿No? – “Hola. No contestes los mensajes, eh”. Y sí, tenías que ser vos…!!! Quién, si no.
Que osaste robarme la silla. Que te advertí que me iba a sentar encima tuyo. ¿A que no lo hago? Delante de “todo el mundo”. ¿Y qué?
Ella: “Qué cara de circunstancia”. ¡¡¡Te juro que la cara no era de circunstacia!!! Lo que sí fue de circunstancia, fue la respuesta… Mi huida (huida, no arru, che! jajaja) no fue de circunstancia, sino, diría, de “supervivencia”… ¡¡¡Ya me imagino tu interrogatorio!!! jajajajajaja…
Zafé de él. Seguramente ni me viste cruzando esas dos palabras con ella… Menos mal!!! Ja…
¿Serías tan amable de decir, por favor, de dónde saqué el valor para, en un momento, tomarte de la mano –diez, quince compañeros nuestros ahí nomás- para llevarte a otra parte y darte un, dos, tres besos? Naaa… ya sé que no me lo vas a decir… porque es imposible que lo sepas… Ni yo sé de dónde lo saqué… Snifff!!! Ja…
¿Había música? ¿Estaban nuestros compañeros? ¿Música? ¿Qué es “música”? ¿Compañeros? ¿What is “compañeros”?????????
Ah! Sí!!!... “Compañeros”… Y una compañera -con sobrenombre de “compañero”- hablándome y hablándome de algo que nunca, jamás, quise, intenté ni pude escuchar: vos estabas en la puerta, y parecía que ibas a salir, y entonces, si te ibas un ratito, yo no me podía quedar ahí. En todo caso, me ibas a cruzar la cara, pero yo ahí no me iba a quedar!
¡No!
Tabas hermosa.
Y así te lo pude decir en la calle.
Me lo había prometido a mi mismo: “el último”. Y lo iba a cumplir. Yo sé que aunque me muriese de ganas porque no fuera el último… iba a ser el último. Es más… Lo cumplí… sí… lo cumplí…
Y, de paso, ahí estaba el Plateado (sí, obvio, con mayúscula! Cómo no!) … Fe-li-ci-ta-cio-nesss!!! Qué grande! En serio!!!
Y se terminó. En algún momento te fuiste…
Al día siguiente miré las fotos… Al margen que la pasé realmente genial (si no hubieras ido, ¿cuánto tiempo habría estado? ¿Una hora? ¿Media, quizás?), no sé cuántas veces vi las en las que estabas vos… Ni idea… No las conté, tampoco!!! Jajajajaja…
Mmmhhh… después del partido con los chicos… les conté a dos de ellos lo que “me” había pasado el día anterior… Y de repente, mi pregunta:
- ¿Le digo a ella? Porque si no le digo la verdad, y de repente le digo de verla… ¿qué estaría buscando yo, ahí?
- Por favor, y seguís hablando de ella! Mirá lo que estás diciendo.
Y él, abogado, al fin y al cabo:
- Si te hace bien, si te parece importante, decíselo.
Lunes. Obvio, todo el mundo comentando lo bueno que había estado el sábado. De mi para vos: “Vamos al río”. El día, otra vez, taba precioso. Y te dije, sin más rodeos, lo que me había pasado. “Siento que no soy yo la que tiene que estar acá”. Pero consideré que sí…
Como le dije a los chicos: “Si no le digo la verdad, si no sabe, le voy a estar mintiendo, y yo solo voy a estar metiendo la pata hasta la nariz”…
Por lo menos… sabías…
Algo “increíble”: esa noche, o esa tarde noche, cuando en teoría debería haber estado partido al medio, mientras me decían (con toda razón, obvio) que tenía que irme, yo estaba mandándome mensajitos con vos, riéndome, y sólo esperando que me respondieras.
Absolutamente insólito…
¿Fino? ¿Educado? ¿Qué más dijo?
¡Gracias, gracias! Jajajaja…
Mmmhhh…
¿Tas segura???
No sé qué más… por esos días…
Hasta que hubo uno que faltaste para preparar un examen. Y hablamos esa misma tarde. “Mirá que te voy a buscar”. Y no me dijiste que no. Tonces… Voy.
Y de nuevo no escuché un “no”. “Mirá que voy”. Y lo mismo.
Subte. ¿Tren? Boletería atestada. Colectivo. En Flores. Colectivo. Tiempo y más tiempo. ¡Las aulas! “A que te encuentro”. Sí!
¿Es este aula? No, ahí no están rindiendo.
Todo el tiempo del mundo. Demasiado! Tanto, que hasta encontré al Plateado entre ¿mil? ¿dos mil?... jajaja…
Que saliste.
Que no rendiste.
Que nos quedamos cerca de la entrada.
Que no te di ni un pico.
Y menos ahora!
No puede ser!
Que te vas!
Que te fuiste!
Que me voy!
Noooooo
No puede ser!
Sms.
Que viniste a la puerta.
Un beso.
Hermoso.
(¿Hermoso? – Sí, es una pregunta! Ja…)
Así: para-mí-her-mo-so.
- No te quiero joder.
- Yo no te quiero joder a vos.
Y fuiste clara. Muuuyyy clara…
Re clara.
Batiendo récords contra toda lógica: cuando “algo” se había “arreglado”… yo estaba ahí… O al menos, yo había ido hasta allá…
Es súper anti-lógico (no diré ilógico, sino anti-lógico, lo que no es lo mismo!!! Jajajaja)… Súper anti-lógico, pero en el fondo, muy en el fondo, tiene su explicación… síiiiiiiiii... … … …
En esos días, estaba ordenando algo y vi una cartita que me habías dado hacía un tiempito. La leí, me volvió a encantar y la pasé por mail…
Como no podía ser de otra manera, me acuerdo que –no sé por qué- seguí y seguí escribiendo, y dije (te-dije) que lo peor hubiera sido no haberlo vivido… no haberse sentido súper genial una tarde linda, en la que estabas, obvio, preciosa… y tábamos, creo, tomando helado… y vos sentada arriba mío… nada del otro mundo…
(((¿¿¿Me dejás agradecértelo otra vez???)))
Y si lo pudiera vivir hoy, de nuevo…
¿Y si lo puedera vivir hoy, de nuevo?
¿Qué pensás que haría?
Ja…
Una vez, en la plaza cerca de la estación, un día de gran marcha a favor de “Clishtina”, te lo dije: “El “no te quiero joder” fue sólo porque estábamos en la puerta, no porque pensara que te ibas a enamorar de mi”.
Se iba el mes… y ahí, una tarde, nos mandamos como 60 mails… y si no recuerdo mal, a la noche seguimos chateando… Ah! Sí! Ja! Me acuerdo recién ahora! Fue cuando no “me” funcionaba el msn y tuve que chatear con el no sé cuanto jajajajaja…
Así que 60 mails, más no sé cuánto de charlita… Te imaginarás, que ese viernes, no fui a cursar…
Y me acuerdo que el viernes siguiente fui con vos a ver a alguien a su casa… No sabés, no te imaginás (porque sencillamente no te podés imaginar) cuánto me encantó que me hayas dicho de ir… No lo podés imaginar… … … … … … … … …
Mucho barrio top pero ni una panadería… Aguante mi barrio!!! O por qué no, el tuyo! Ja…
Me sentí genial… por ella, por vos… Súper genial… Mejor, sinceramente, hubiera sido imposible…
Buah! Buah!... Ja…
No te lo conté: desde que nos separamos, me fui caminando hasta mi casa. Adiviná en quién pensé para no darme cuenta de cuántas cuadras caminé. Igual fui rápido, obvio. ¿Qué te pensabas? Ja…
Pero ahí no terminaba la cosa!
El miércoles siguiente nos vimos a la tardecita. El bar, acaso sólo para nosotros…
“Te quiero”. Una vez.
“Te quiero”. Otra vez.
“Te quiero”. Y otra, por qué no.
Todavía me acuerdo de…
De…
Mmmhhh…
¡Dueño de mi silencio!
Ah! No! Sí! Ya sé! Ja…
“Todavía me acuerdo de…” que te dije, al día siguiente, de vernos de nuevo…
¡Terrible!
No podías, o no querías, o no sé!
Pero nos vimos al día siguiente…
Sí…
Y …
“Te quiero”. Una vez.
“Te quiero”. Y otra más, sí…
Diría que “fuiste vos”, la de “esos te quiero”.
¿Por qué?
Porque pocas-veces me lo habías dicho “tantas”-veces en una tarde… Y menos aún, creo (dije creo) nos habíamos visto dos veces en una semana…
¿O será que si me regalaban un burro con dos patas y sin cabeza lo iba a confundir con el caballo campeón más hermoso del mundo? --- (pará, ¿entendiste o te lo explico? Jajajajajajajajajajajajaja).
Por eso, entonces, el “te quiero” de la foto… hagamos de cuenta que es uno de los que vos me dijiste a mi, esa tarde, o mejor dicho, esas tardes…
Y cómo no, también, si querés, si te parece bien, que sea un “te quiero” mío, para vos, de cualquier día, de cualquier momento, de cualquier manera, en persona, o por msn, o por teléfono, o por sms… o… o… o… que sea, te decía, si te parece bien, un “te quiero” de mi para vos, cualquier “te quiero”, desde el momento en que “me eyecté” aquella vez… acaso, la primera de mi vida…
Y por qué no, también, que sea este
Te quiero.
Te quiero mucho.
Te quiero de verdad.
¡¡¡Besitos!!!
Ni las tendría ahora…
Y como te dije, te digo, te diré y te diría: con vos, cero chamu! Así como, según decís, vos sos “cero arru”, yo con vos, soy “cero chamu”.
*-*-*-*-*-*-*-*-*
¡Qué día aquel! Gente y más gente gastándome (“Piedra” y todo lo que se te pueda ocurrir). Lo peor es que llegué a considerar realmente que así ha de ser… ¿Lo podría explotar en beneficio propio? Mmmhhh!!! ¡Pero che! ¡Estoy en el blog!
*-*-*-*-*-*-*-*-*
Como soy cero chamu, lo diré así de simple: no me acuerdo mucho de esos días… La verdad es esa. Así que pasaré directamente al día que debería haber sido uno de los más tristes de mi vida: pero ese día, lo único que me tuvo bien, lo único por lo que lo pasé, fue porque sabía que “supuestamente” te iba a ver a la noche. Y la voy a cortar acá.
Y en un momento llegaste… acompañada por tu Mami… ¿Eras vos? Y sí… deberías ser vos… ¿No? – “Hola. No contestes los mensajes, eh”. Y sí, tenías que ser vos…!!! Quién, si no.
Que osaste robarme la silla. Que te advertí que me iba a sentar encima tuyo. ¿A que no lo hago? Delante de “todo el mundo”. ¿Y qué?
Ella: “Qué cara de circunstancia”. ¡¡¡Te juro que la cara no era de circunstacia!!! Lo que sí fue de circunstancia, fue la respuesta… Mi huida (huida, no arru, che! jajaja) no fue de circunstancia, sino, diría, de “supervivencia”… ¡¡¡Ya me imagino tu interrogatorio!!! jajajajajaja…
Zafé de él. Seguramente ni me viste cruzando esas dos palabras con ella… Menos mal!!! Ja…
¿Serías tan amable de decir, por favor, de dónde saqué el valor para, en un momento, tomarte de la mano –diez, quince compañeros nuestros ahí nomás- para llevarte a otra parte y darte un, dos, tres besos? Naaa… ya sé que no me lo vas a decir… porque es imposible que lo sepas… Ni yo sé de dónde lo saqué… Snifff!!! Ja…
¿Había música? ¿Estaban nuestros compañeros? ¿Música? ¿Qué es “música”? ¿Compañeros? ¿What is “compañeros”?????????
Ah! Sí!!!... “Compañeros”… Y una compañera -con sobrenombre de “compañero”- hablándome y hablándome de algo que nunca, jamás, quise, intenté ni pude escuchar: vos estabas en la puerta, y parecía que ibas a salir, y entonces, si te ibas un ratito, yo no me podía quedar ahí. En todo caso, me ibas a cruzar la cara, pero yo ahí no me iba a quedar!
¡No!
Tabas hermosa.
Y así te lo pude decir en la calle.
Me lo había prometido a mi mismo: “el último”. Y lo iba a cumplir. Yo sé que aunque me muriese de ganas porque no fuera el último… iba a ser el último. Es más… Lo cumplí… sí… lo cumplí…
Y, de paso, ahí estaba el Plateado (sí, obvio, con mayúscula! Cómo no!) … Fe-li-ci-ta-cio-nesss!!! Qué grande! En serio!!!
Y se terminó. En algún momento te fuiste…
Al día siguiente miré las fotos… Al margen que la pasé realmente genial (si no hubieras ido, ¿cuánto tiempo habría estado? ¿Una hora? ¿Media, quizás?), no sé cuántas veces vi las en las que estabas vos… Ni idea… No las conté, tampoco!!! Jajajajaja…
Mmmhhh… después del partido con los chicos… les conté a dos de ellos lo que “me” había pasado el día anterior… Y de repente, mi pregunta:
- ¿Le digo a ella? Porque si no le digo la verdad, y de repente le digo de verla… ¿qué estaría buscando yo, ahí?
- Por favor, y seguís hablando de ella! Mirá lo que estás diciendo.
Y él, abogado, al fin y al cabo:
- Si te hace bien, si te parece importante, decíselo.
Lunes. Obvio, todo el mundo comentando lo bueno que había estado el sábado. De mi para vos: “Vamos al río”. El día, otra vez, taba precioso. Y te dije, sin más rodeos, lo que me había pasado. “Siento que no soy yo la que tiene que estar acá”. Pero consideré que sí…
Como le dije a los chicos: “Si no le digo la verdad, si no sabe, le voy a estar mintiendo, y yo solo voy a estar metiendo la pata hasta la nariz”…
Por lo menos… sabías…
Algo “increíble”: esa noche, o esa tarde noche, cuando en teoría debería haber estado partido al medio, mientras me decían (con toda razón, obvio) que tenía que irme, yo estaba mandándome mensajitos con vos, riéndome, y sólo esperando que me respondieras.
Absolutamente insólito…
¿Fino? ¿Educado? ¿Qué más dijo?
¡Gracias, gracias! Jajajaja…
Mmmhhh…
¿Tas segura???
No sé qué más… por esos días…
Hasta que hubo uno que faltaste para preparar un examen. Y hablamos esa misma tarde. “Mirá que te voy a buscar”. Y no me dijiste que no. Tonces… Voy.
Y de nuevo no escuché un “no”. “Mirá que voy”. Y lo mismo.
Subte. ¿Tren? Boletería atestada. Colectivo. En Flores. Colectivo. Tiempo y más tiempo. ¡Las aulas! “A que te encuentro”. Sí!
¿Es este aula? No, ahí no están rindiendo.
Todo el tiempo del mundo. Demasiado! Tanto, que hasta encontré al Plateado entre ¿mil? ¿dos mil?... jajaja…
Que saliste.
Que no rendiste.
Que nos quedamos cerca de la entrada.
Que no te di ni un pico.
Y menos ahora!
No puede ser!
Que te vas!
Que te fuiste!
Que me voy!
Noooooo
No puede ser!
Sms.
Que viniste a la puerta.
Un beso.
Hermoso.
(¿Hermoso? – Sí, es una pregunta! Ja…)
Así: para-mí-her-mo-so.
- No te quiero joder.
- Yo no te quiero joder a vos.
Y fuiste clara. Muuuyyy clara…
Re clara.
Batiendo récords contra toda lógica: cuando “algo” se había “arreglado”… yo estaba ahí… O al menos, yo había ido hasta allá…
Es súper anti-lógico (no diré ilógico, sino anti-lógico, lo que no es lo mismo!!! Jajajaja)… Súper anti-lógico, pero en el fondo, muy en el fondo, tiene su explicación… síiiiiiiiii... … … …
En esos días, estaba ordenando algo y vi una cartita que me habías dado hacía un tiempito. La leí, me volvió a encantar y la pasé por mail…
Como no podía ser de otra manera, me acuerdo que –no sé por qué- seguí y seguí escribiendo, y dije (te-dije) que lo peor hubiera sido no haberlo vivido… no haberse sentido súper genial una tarde linda, en la que estabas, obvio, preciosa… y tábamos, creo, tomando helado… y vos sentada arriba mío… nada del otro mundo…
(((¿¿¿Me dejás agradecértelo otra vez???)))
Y si lo pudiera vivir hoy, de nuevo…
¿Y si lo puedera vivir hoy, de nuevo?
¿Qué pensás que haría?
Ja…
Una vez, en la plaza cerca de la estación, un día de gran marcha a favor de “Clishtina”, te lo dije: “El “no te quiero joder” fue sólo porque estábamos en la puerta, no porque pensara que te ibas a enamorar de mi”.
Se iba el mes… y ahí, una tarde, nos mandamos como 60 mails… y si no recuerdo mal, a la noche seguimos chateando… Ah! Sí! Ja! Me acuerdo recién ahora! Fue cuando no “me” funcionaba el msn y tuve que chatear con el no sé cuanto jajajajaja…
Así que 60 mails, más no sé cuánto de charlita… Te imaginarás, que ese viernes, no fui a cursar…
Y me acuerdo que el viernes siguiente fui con vos a ver a alguien a su casa… No sabés, no te imaginás (porque sencillamente no te podés imaginar) cuánto me encantó que me hayas dicho de ir… No lo podés imaginar… … … … … … … … …
Mucho barrio top pero ni una panadería… Aguante mi barrio!!! O por qué no, el tuyo! Ja…
Me sentí genial… por ella, por vos… Súper genial… Mejor, sinceramente, hubiera sido imposible…
Buah! Buah!... Ja…
No te lo conté: desde que nos separamos, me fui caminando hasta mi casa. Adiviná en quién pensé para no darme cuenta de cuántas cuadras caminé. Igual fui rápido, obvio. ¿Qué te pensabas? Ja…
Pero ahí no terminaba la cosa!
El miércoles siguiente nos vimos a la tardecita. El bar, acaso sólo para nosotros…
“Te quiero”. Una vez.
“Te quiero”. Otra vez.
“Te quiero”. Y otra, por qué no.
Todavía me acuerdo de…
De…
Mmmhhh…
¡Dueño de mi silencio!
Ah! No! Sí! Ya sé! Ja…
“Todavía me acuerdo de…” que te dije, al día siguiente, de vernos de nuevo…
¡Terrible!
No podías, o no querías, o no sé!
Pero nos vimos al día siguiente…
Sí…
Y …
“Te quiero”. Una vez.
“Te quiero”. Y otra más, sí…
Diría que “fuiste vos”, la de “esos te quiero”.
¿Por qué?
Porque pocas-veces me lo habías dicho “tantas”-veces en una tarde… Y menos aún, creo (dije creo) nos habíamos visto dos veces en una semana…
¿O será que si me regalaban un burro con dos patas y sin cabeza lo iba a confundir con el caballo campeón más hermoso del mundo? --- (pará, ¿entendiste o te lo explico? Jajajajajajajajajajajajaja).
Por eso, entonces, el “te quiero” de la foto… hagamos de cuenta que es uno de los que vos me dijiste a mi, esa tarde, o mejor dicho, esas tardes…
Y cómo no, también, si querés, si te parece bien, que sea un “te quiero” mío, para vos, de cualquier día, de cualquier momento, de cualquier manera, en persona, o por msn, o por teléfono, o por sms… o… o… o… que sea, te decía, si te parece bien, un “te quiero” de mi para vos, cualquier “te quiero”, desde el momento en que “me eyecté” aquella vez… acaso, la primera de mi vida…
Y por qué no, también, que sea este
Te quiero.
Te quiero mucho.
Te quiero de verdad.
¡¡¡Besitos!!!
¿? ¿? ¿? ¿? ¿?
¿Las entendés?
¡Yo sí!
No hay comentarios:
Publicar un comentario