Esa Personita

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¡Antes!

Mmmhhh... era sabido e inevitable: algo se me iba a pasar.

¿Qué?

Aquellos "cuatro viernes" tuvieron, claro está, un viernes previo.

Un viernes en el que no te vi... porque no nos vimos...

Pero fue un viernes en el que vi a "El farolito" (imagino que es el mismo de aquel día en el que se cumplieron 364 desde que nos conocíamos).

Pero El Farolito no iluminaba tu cara como aquella noche.

No estabas. Y tampoco debías estar.

Y porque era de día.



La espera.

Hasta que una de las varias personas a las que les pregunté me dijo: "Yo voy para allá". Y luego un "Es ese colectivo".

Era un "pasar y seguir" (nada más que eso. Algo súper simple). Entonces, desde arribal del "no sé cuánto" (línea de colectivo) me dediqué a observar la zona (además, otra cosa no podía hacer, junto a acordarme de vos. Pero "estaba-ahí-por-vos" (no para vos).

Y la chica que dice: "Nos tenemos que bajar en la que viene". "Gracias. ¡Chau!"

Chau a ella. Y hola a... a...

Eso, no sin antes un "Por Dios, que no vaya a pasar nada".



Una mañanita hermosa. Hasta con calorcito.

"Debe ser allá".

Sí.

Casas a la derecha. Casas a la izquierda. Una placita. Y un pasaje. Y un Gol...

Y chau.

Chau ya.

¡Ya!

Esta vez, sabía dónde me subiría al cole que me devolvería a la estación. Más del paisaje. Y otra vez, de pasada, El farolito.



Y el lunes que te digo "Me lo imaginé distinto".

Y vos que me mirás "raro" y me preguntás. Y yo que me hago el misterioso (sin palabras, lo admito, jiji).

Y vos que no me decís más que (algo así como) "desubicado", o qué se yo... ja...



Dejalo... total...

Al menos, gracias a Dios, no pasó nada.



Pero...

Pero, ¿había necesidad?

No.

Aunque... me "contaron" tantas historias de allá... Y tonces, ¿por qué no? Además, ya está!



No me verán por allí, sino hasta el 22 de marzo. Ji.



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Ese día.

30 años después.



Para él, no tan importante.



Y él que se levanta. Que hace básicamente lo de todos los días.

Pero que lleva frutillas y más frutillas.

Hasta que llega adonde debe ir. Como casi todos los días, claro!

Y saluda a todos.

Y todos que lo saludan a él. Pero ¿eso le importa?



Hasta que él ve un papel escrito a mano. Y se le escapa una sonrisita.

Le avisan: "lo de arriba del cpu es para vos".

Feliz aclaración: no lo había visto aún. Clemencia! Debería haberla visto igual, cuando prendiera el "ordenador".

Y la cara la alegría se le debe haber notado quizás más, y también el orgullo.

Como seguramente se le habrá notado lo contento que estaba cuando abrió la caja, y vio todo lo rico, todo lo lindo, todo lo especial que había en Ella.

En Ella. Sí. En la caja.



Lo rico, lo lindo y lo especial en Ella (Ella, no ella), lo había conocido, y lo seguía conociendo.



¿Qué puede pensar alguien a quien le hacen un regalo así?

¿Y tras leer a ese Garfield (que estaba dentro del "sobre/sorpresa #1), que degustaba pachorro unas "Cookies?



¿Pero cuánto hay para pensar?

Nada para pensar.



Todo rico. Y todo lindo...

Y él que quiere ir y abrazarla y darle muchos besos.

Pero no.

No.

Sólo puede recurrir a un "Gracias" enorme.

Un "gracias" por varios días! ja! Porque terminó ese desayuno dos semanas después.



Y la sorpresa que lo vuelve a tomar, cuando Ella le da el "sobre/sorpresa #2", y con él, una bolsa con otro regalo. ¡Sí! ¡Otro más!

Y él que no lo puede creer.

Pero no le importa el-jean. Le importa que Ella se haya acordado tanto de él.

Tanto.

Tan-to.

Tantísimo.

Ella.

De él.



Ella misma, que según le decía adentro del sobre "si no te queda bien, te acompaño a cambiarlo"...

Es inevitable.

O es súper natural: ya, a esa altura, quería estar sólo con ella. Irse. Adonde fuese. Con Ella.

Sí...



Pero si se hubiera ido, no podría haber visto (rápido, al menos) lo que acompañaba al "sobre/sorpresa #3": ese en el que Ella le anuncicaba "sé que hay mejores... pero este fue con mucho cariño...".

Una pequeña-gran obra maestra.

Por la que (según cuentan por ahí), habló con "medio mundo", y le costó tanto, hasta el punto de "quemarse la cabeza"... ... ... ... ...

Y el Liging On My Own de Freddie Mercury que sonaba... y todas esas fotos, alguna que otra con él y Ella juntos...

Esa canción, que Ella supo que tanto le gustaba a él, recién la noche anterior. Ese día lluvioso en el que hablaron y chatearon cuando había ido a buscar su celular... que había perdido pero un alma piadosa lo había cuidado y devuelto...

El en ese cyber, queriendo quedarse más tiempo. Esa noche. Como tantas otras noches. Como al poco tiempo de haber empezado a chatear juntos.

O lo que es lo mismo, "a conocerse" (al menos él considera que fue así).

Cuando se reían. Y cuando él leía ese "yo quiero estar con vos"... Que es cuando pensaba: el que se lo pierde, es un tarado...

Como esa vez, aquella, en la que se "eyectó" de la silla, porque le había dicho "te quiero" por primera vez...

Y por primera vez en su vida a alguien, de una manera tan mediatizada... pero era un te quiero súper espontáneo. Y genuino. Como todos. Todos lo que vinieron después.

De él para Ella.

O todos esos "Te quiero mucho", o "Te súper quiero",de cada uno de los sobre/sorpresa de ese día. Que terminó siendo, sí, muy pero muy especial para él. Sin dudas, uno de los más especiales. De los 30. Y ya sabe que de los "50", o "75" o "100", o...



Y las fotos que seguían pasando. El asombro en él, que no pasaba. Que no pasaba porque era una sorpresa hermosa atrás de otra.

Y porque eran de Ella.

Ella.

Que es la misma que (evidentemente) podía continuar sorprendiéndolo.

Inmensamente.

Y para ello se sirvió de otro de sus sobre/sorpresa. Esta vez el #4. En el que le anunciaba de (¿puede llamársele el primo de este?) su blog...

Sorpresa, esta, a la que calificó como "media trucha"...

Ella podría preguntarle al corazón de él si cuando entró al blog (a eso de las 8 de la noche) le pareció una "sorpresa trucha".

Ella, que había escrito algo como...

* * * * *

Hola Hermoso!!! como estas???... Feliz Cumple!!!... una vez mas... !!!
Bueno.. esta era otra de las sorpresas... espero que te haya gustado...

o...

Yo también quería armar un blog para vos.. no sera como el tuyo, pero te puedo asegurar, que lo hice con muchisimo amor!

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Todas esas sorpresas.

Increíbles.

Pero ahora Ella debe irse.

Temprano.

Y él, que perdido por perdido, le pregunta si la puede ir a ver, a ese lugar al que ya fue más de una vez (increíblemente, claro que sí).

"Sí, vení".

Aunque no sin antes darle el "sobre/sorpresa #5".

Anuncio de que en la bolsa de negra de la heladera, había algo que a él le gusta mucho comer... Tanto, que el día anterior, él mismo se había comprado como "autorregalo"...

Y sí, por qué no decirlo: el de Ella estaba más rico que el de él...

¿Cómo puede vivir ese día esa persona, esa persona a la que tanto le dieron?

¿Cómo no querer estar con Ella?

Abrazarla mucho.

Mirarla a la cara.

Decirle lo mucho que la quiere (... ... ...).

Y por qué no, estar al lado de Ella. Tan sólo eso. Sabiendo que al menos en ese momento, en ese ratito, Ella está ahí con él porque así lo quiere; sabiendo que los dos están ahí, así, sí, porque los dos quieren, sea por lo que fuere...

Entonces él se va antes. Bastante antes. Ahora en subte. Pero combina con un tren. Y con un colectivo.

Es un día hermoso. Y más cuando la ve, una vez más ese día.

Una vez más. Hermosa.

Los dos. Que se sientan afuera. Y también adentro. Y que hablan. Y que se ríen. Y que quizás (quién sabe) se quedarían más tiempo aún...

Pero hay otras cosas por hacer...

Aunque al bajar del tren, él salda su propia deuda del día: entrar a ese blog, y leer lo que Ella le había escrito en esa, su otra sorpresa...

Y en él, esa sensación...

Y esa duda también...

Que quién sabe... hace cuánto que está... y cuándo se irá...

En él, que es la misma persona que dos noches después, volvió al mismo lugar, tras subirse al mismo tren y al mismo colectivo.

Y, ¿qué lo lleva a él a volver a verla?

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Tan sólo, para verla ¿media hora?, "mostrarle que estaba estrenando" su jean, para abrazarla mucho...y con una emoción grandiosa dentro de él. En esa, otra noche preciosa.

Aunque sin Ella al lado -él lo sabe- habría sido quizás una noche más.

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¡Hola!

¡Bueno! Esta era la idea de la "entrada". La pretendía terminar en una hora, ese día, cuando me llamate.

Podré cumplir 100 años más (lo dudo), pero... sé absolutamente (esto sí lo sé, y lo sé y lo sé) que pocos, enormemente pocos van a ser tan lindos y tan inesperadamente especiales como el que me regalaste vos, esa vez.

Porque es así, sea como fuere: fue un regalo de vos, Esa Personita increíble, tan increíble y tan especial, que aunque haga el regalo más grande del mundo, va a seguir siendo mucho más grande y más importante que el mismísimo obsequio... o todos los obsequios...

Que se pueden haber degustado en media hora o en varios días, o que se pueden usar distintas veces, o que se pueden ver en la compu cuando uno quiera, gracias a Dios, como para volver a recordar ese día que fue, gracias a vos, tan pero tan especial.

Gracias, una vez más, por ese día que me regalaste.

Gracias.

Sí. ¡Gracias!

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