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Una sorpresa.
Una más.
¿Cuántas van?
¿Cuántas más?
Un sueño.
¿Cuándo?
¿Cuántos en total?
¿Qué sueño?
Una más.
Una sorpresa más.
¿Cuántas van? - Son incontables.
¿Cuántas más? - Quizás ni vos lo sabés.
¿Para qué preguntas?
La certeza es que la sopresa fue preciosíma.
Por ello,
algo tan simple:
... ¡¡¡gracias!!!
Un sueño.
Ayer.
Un sueño más.
Quizás no tantos ("taaantosss").
Un sueño.
Inesperado.
Como casi todos los sueños (¿¿¿son todos los sueños inesperados???)
Impensado.
Tan inesperado, que ocasionó el fin de ese mismo sueño.
Tan impensado, que ocasionó el fin de ese mismo sueño.
Un sueño "suicida", entonces.
Un sueño único.
Al menos, único con ella.
Con vos.
Un sueño ayer.
Con ella. Con vos.
Inaceptable de ser contado.
Tan inaceptable de ser contado que de ser prohibido para menores de 30 años de edad, pasa a ser "no tanto".
No tanto porque no se publicará. Al menos hoy, y aquí.
Una sorpresa.
Una más.
Una sorpresa más de "las buenas".
Nadie sabe "cuántas sorpresas más".
Ni de "las buenas".
Ni de "las otras", si es que las hubiera.
Un sueño.
Mejor censurable.
Aunque es un sueño cumplible.
====================================================================
¡Hola!
¡¡¡Buenas noches!!!
¿Cómo estás?
¡Sí, ya sé! ¡"Descansada"! ¡¡¡Eso está buenísimo!!!
...
... ...
... ... ...
Borrarla... no está en mi mente.
Así salió, así "llega" a vos.
Sutileza en grado incomparable en la historia de la humanidad.
Intuyo, supongo, creo, considero, pienso, arriesgo, deliro, digo, razono, no razono, no pienso, que no ha habido en la historia de la humanidad un acto tan sutil como esta entrada.
Quizás estamos (vos y yo. Vos y yo, sí. Después de todo, es de mi para vos, y nada más), ante el mejor ejemplo de sutileza de la historia de la humanidad.
Pero si querés que la sutilieza de lugar a un espacio de menor censura, tan simplemente puedes:
a) dejar un comentario diciendome "No quiero tanta censura".
b) enviar un mail diciendome "No quiero tanta censura".
c) realizar un llamado diciendome "No quiero tanta censura"
d) por supuesto, dar rienda suelta a tu imaginación para que yo me de cuenta de que "no querés tanta censura".
Aún así, a modo de reaseguro, en caso de que elijas "a", "b", "c" ó "d" o cualquiera de sus combinaciones, me permito decir:
Una más.
¿Cuántas van?
¿Cuántas más?
Un sueño.
¿Cuándo?
¿Cuántos en total?
¿Qué sueño?
Una más.
Una sorpresa más.
¿Cuántas van? - Son incontables.
¿Cuántas más? - Quizás ni vos lo sabés.
¿Para qué preguntas?
La certeza es que la sopresa fue preciosíma.
Por ello,
algo tan simple:
... ¡¡¡gracias!!!
Un sueño.
Ayer.
Un sueño más.
Quizás no tantos ("taaantosss").
Un sueño.
Inesperado.
Como casi todos los sueños (¿¿¿son todos los sueños inesperados???)
Impensado.
Tan inesperado, que ocasionó el fin de ese mismo sueño.
Tan impensado, que ocasionó el fin de ese mismo sueño.
Un sueño "suicida", entonces.
Un sueño único.
Al menos, único con ella.
Con vos.
Un sueño ayer.
Con ella. Con vos.
Inaceptable de ser contado.
Tan inaceptable de ser contado que de ser prohibido para menores de 30 años de edad, pasa a ser "no tanto".
No tanto porque no se publicará. Al menos hoy, y aquí.
Una sorpresa.
Una más.
Una sorpresa más de "las buenas".
Nadie sabe "cuántas sorpresas más".
Ni de "las buenas".
Ni de "las otras", si es que las hubiera.
Un sueño.
Mejor censurable.
Aunque es un sueño cumplible.
====================================================================
¡Hola!
¡¡¡Buenas noches!!!
¿Cómo estás?
¡Sí, ya sé! ¡"Descansada"! ¡¡¡Eso está buenísimo!!!
...
... ...
... ... ...
Borrarla... no está en mi mente.
Así salió, así "llega" a vos.
Sutileza en grado incomparable en la historia de la humanidad.
Intuyo, supongo, creo, considero, pienso, arriesgo, deliro, digo, razono, no razono, no pienso, que no ha habido en la historia de la humanidad un acto tan sutil como esta entrada.
Quizás estamos (vos y yo. Vos y yo, sí. Después de todo, es de mi para vos, y nada más), ante el mejor ejemplo de sutileza de la historia de la humanidad.
Pero si querés que la sutilieza de lugar a un espacio de menor censura, tan simplemente puedes:
a) dejar un comentario diciendome "No quiero tanta censura".
b) enviar un mail diciendome "No quiero tanta censura".
c) realizar un llamado diciendome "No quiero tanta censura"
d) por supuesto, dar rienda suelta a tu imaginación para que yo me de cuenta de que "no querés tanta censura".
Aún así, a modo de reaseguro, en caso de que elijas "a", "b", "c" ó "d" o cualquiera de sus combinaciones, me permito decir:
S q. S a. Y s m d. E p d q n v. V a l d b. P d m b. D m b. Q l d b. D a d s. D a d l s. ¡B!
Aunque si pretendés todavía menos censura, podría decir:
U s ú
A m, ú “c v”.
I
I
I.
D i.
O m.
M i.
C r.
H l.
V
Y
L d
N m.
N s d
P v i, c m p a m
Y y, e a v
H e f
E m f p l d
Aunque sinceramente, y lo digo desde ahora, no sé si algún día me atrevería a decite eso.
¡Buenas noches!
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