miércoles, 19 de diciembre de 2007

¡La "h" no suena... pero estar, está!



Qué destino el de la “h”. Hache. O ache, vaya uno a saber. Una letra que cuando se la emplea al (hablar), no se ve reflejada. Quizás se (hace) presente ser con la “ch”. Chica linda. Chocolate. Pero la “h” no suena. Ignorada a la (hora) de los populares sms para ahorrar una letrita al momento de mandar el trascendental mensajito. ¿Injusticia?

Había. Abía. Hermano. Ermano. Hija. Ija. Evidentemente nos hemos acostumbrado a ella. Lo que se mama… Abía. Ermao. Ija. . Tiene que estar. ¡La h tiene que estar! Pero, ¿tenía que estar entre vos y yo?

* * * * * * * * * *

Una vez conseguiste la dirección del msn. Otra me agregaste. En algún momento te acepté. Y después, quién sabe qué día, charlamos. Una vez. Otra. Y otra. Y otra más. No me acuerdo de la primera. Ni cuándo ni de qué. ¡No sabés cómo me gustaría (haber) guardado esa charla! (Hasta) podríamos decir que sería una pieza de museo, ja…

Sí recuerdo que un viernes de junio (diría que fue el 8) entré para (hablar) con uno de los chicos, estabas vos, me demoré con unos minutitos y me gastaste por el lugar al que iba. Pero fueron unos minutitos, como te dije, nada más. Creo que fue esa fecha, porque después de charlar con vos, fui a cenar a un lugar que me gustó mucho, y como se acercaba el cumpleaños de mi vieja, me dije “Quiero que vengamos acá”… La fecha, para mí, sería esa. Irrelevante.

Aunque no tanto. Quizás, porque es la primera charla que recuerdo (haber ) tenido con vos por intermedio de la famosísima “internet”.

¿Cómo empezó? ¿De qué (hablábamos)? ¡Sí! ¡Por favor! ¿De qué (hablábamos)? ¿Cuánto influyó eso de “yo te daría”? Fueron y vinieron algunos mensajitos. “Yo te daría”. ¿Qué me darías? Y si me dabas algo, ¿yo tenía que darte algo también? ¿Y por msn? ¿Quién fue el primero en delirar con el otro? ¿Nos (habremos) reído? ¿Nos (habremos) quedado hasta que el otro se fue? ¿O uno se fue antes porque sí? ¿Te quedaste por mi? ¿Entré por vos? No sé. No creo que lo recuerdes. Y tampoco importa.

Pero en algún momento, pasó. Alguno de los dos tiró el primer palito. Acá, el primer palito podría graficarse así: I. Sí, “ I ”. ¡Claro! El primer palito ¿Fuiste vos? ¿Fui yo? ¿Y si fuimos los dos? Muy probablemente hayamos sido los dos, Bebota hermosa.

Y llegó el segundo palito. ¿A ver? “ - ”. Que uno más uno, es igual a dos. Vos. Yo. Nadie más. Al menos en ese momento, nadie más. ¿O me equivoco? Si me equivoco, ¡hacémelo saber! Te lo digo por mi: 1+1=2. En ese momento, vos y yo. Nadie más. Por mí, al menos.

Una noche. Y otra. Y otra. Y otra. No sé cuántas noches. Y el tercer palito. Otra “ I ”. Nos reímos. Sí. Mucho. Nos esperamos, tal vez. Entramos para buscarnos. Y lo que no es poco, nos conocimos un poquito más.

(Hasta) que una noche te dije, “estoy súper H”. ¿Fue la vez de la charla aquella, en la que te conté que una compañera de trabajo me (había) ofrecido ser mi amiga? ¡Me aconsejaste! Me dijiste que aceptara. No (hay) nada grabado… pero no sé por qué, me parece que fue esa vez. En rigor de verdad, hay que decirlo: esa charla la grabé, y con el tiempo la borré.

Lo que me quedó, es que tu frasecita “Yo quiero estar con vos”. ----- Para mis adentros, varias veces en una noche, y varias veces más en distintas noches: “No puede poner eso. Y el flaco al que le vaya dirigido es un idiota, que la vaya a buscar ya”.

“Estoy súper H”. Y no te fuiste. Ni me fui. Seguimos charlando. ¿Importa quién fue más H? No. Igual, ¡creo que fui yo! Lo que no creo, es que fue un placer. Para-mí-fue-un-placer (haber) charlado con vos. Con H y sin H.

La H. I + - + I = H. ¡No te marees! No es una fórmula de química. ¿O sí?

No hay comentarios: